Primera jornada en el ya más que debatido festival En Vivo y algunas cosas, en positivo, ya queremos ir comentando:
Lo primero Potato, que resultó una gran sorpresa para nosotros. En nuestra imperdonable puta (o pura) ignorancia, nos eran, hasta ayer, prácticamente desconocidos. No sé cómo lo hicieron (porque no es que nos vaya en exceso el rollo jamaicano tropical), pero consiguieron, in crescendo, ir incluyéndonos en su expansiva fiesta, la cual, consecuentemente, concluyeron de manera dudosa.
Mención aparte merecen los textos desternillantes, reivindicativos y casi dadaístas que salían de la boca del cantante Pako Pko, que nos pirraron. Deslumbrados nos quedamos, pues.
De los Lendakaris Muertos ya éramos parroquianos convencidos, y ofrecieron lo que se esperaba de ellos y más. Lo único un apunte: no se nos olvide que la pretendida puta locura con la que incomprendidamente nos deleitan no es más que pura cordura disfrazada. Tengámoslo en cuenta, aunque, cierto es, el contexto no acompañe.
Ya de noche, consiguieron electrizarnos Shikari Sound System (por lo que parece, Enter Shikari electrónicamente remozados), y eso que no conseguimos en ningun momento saber qué demontre era exáctamente lo que estaban haciendo. La próxima vez que no se nos olvide pedirles la cinta.
El resto, en deliberada arbitrariedad, no vemos por qué comentar.
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